La entrada es espectacular, árboles enormes te dan la bienvenida, la foto del recuerdo en el camino de la entrada es imperdible. Llegando te recibe la calidez de su gente y las instalaciones tipo arte mexicano, fresco y que te invita al descanso.
Cuenta con un bar accesible y restaurante con buen sazón. los fines de semana regulamente hay música en vivo (piano) y se disfruta la comida con vista frente al mar.
Las habitaciones son sencillas, no de lujo, ni pretenciosas, pero no necesitas más, en verdad el protagonista de este hotel es la vista y que a pasos del mismo puedes ir caminando a la playa y admirar su amanecer, meterte en la tarde o disfrutar el enorme paisaje de estrellas sobre tu cabeza... con una fogata. Uno de mis mejores hoteles en San Quintín. Bien vale la pena. La red de wifi es un poco lenta, pero la idea es alejarte del vaivén de la ciudad y aquí encuentras muchas posibilidades de disfrutar en todos sentidos; desde un viaje de trabajo, amigos, familia y pareja. No cuenta con alberca, pero frente a ti se encuentra la playa enorme y fresca. ideal para verano y semana santa

Si deseas pasar un fin de semana con tranquilidad y buena comida este es el sitio perfecto. El bar es variado y de excelentes precios, la atención de todo el lugar de primera calidad, todo muy limpio, internet rápido, la comida deliciosa, el buffet de desayuno muy completo. La playa es de la más hermosas y limpias, de los mejores lugares que he visitado en la vida.

Por varios años este hotel se ha mantenido como uno de mis favoritos sobre todo por la excelente vista al mar que nos regalan desde cualquiera de sus cuartos.
Estuve hospedado tres días (hoy es mi última noche aquí) y el costo de sus habitaciones (1,200 por la suite y 600 por las habitaciones dobles) es muy bajo si se toma en cuenta la ubicación del inmueble, literalmente sobre la playa.
En esta última visita pude observar mejoras ya que cuentan con internet inalámbrico en los cuartos, una pequeña zona de juegos infantiles, un par de mesas techadas para carnes asadas o fogatas nocturnas, así como otro espacio también techado en el que se´puede relajar sobre hamacas frente al mar.
Quizá lo único que le falta a este hotel es una alberca, ya que muchos años atrás una crecida dell mar inutilizó la piscina con la que contaban y ya son varias décadas sin alera, aunque el encargado del hotel en recepción me comentó que hay un proyecto para volver a tener una piscina, lo que sería excelente y ´haría de este hotel algo genial.
También cuentan con cancha de tenis y entrada exclusiva para automóviles de los huéspedes hasta la playa.
Tienen un restaurante con muy buen sazón aunque un poco caro y el bar no pude disfrutarlo ya que ha estado cerrado dos de los tres días en los que he estado hospedado.
La suiite (nada más tienen una) cuenta con dos cuartos, uno con jacuzi y en ese cuarto no se puede dormir ya que el aire acondicionado es muy molesto por el ruido.
El internet wii-fii es muy bueno en los pasillos y el lobby del hotel, pero no en todos los cuartos alcanza a llegar lla señal.
A pesar de esos detalles el hotel es muy bueno, seguiré viniendo y se los recomiiendo