Es un muy buen hotel. La playa inmensa que tiene es hermosa, de ella emanan los mejores y más espectaculares amaneceres y atardeceres. Las habitaciones son amplias, limpias, muy cómodas. Sobre todo las que tienen vista al mar, formidables. La comida del restaurante es muy buena y los precios son accesibles. Tiene columpios, espacio para hacer fogatas, asadores. Muy tranquilo y confortable. Tuve la fortuna de ver una lluvia de estrellas (Perseidas). El cielo se ve impresionante, tan claro, tan lleno de estrellas. Vale la pena quedarse más de una noche.