El hotel pertenece a la Universidad de Guadalajara. Es un lugar clásico conocido por muchos.
Se ve que tiene algunos años. Sin embargo, los cuartos que dan al jardín están muy limpios, son cómodos y no hay ruido.
Tiene dos albercas. Una calefaccionada. Ambas con vista al lago.
El ambiente es familiar.
El personal del check in y el botones es muy amable.
Tiene estacionamiento y muy buena ubicación.
El restaurante tiene linda vista, la calidad del desayuno me pareció regular.
Pero como lugar de descanso en general está muy bien.