Excelente ubicación, nos atendieron personalmente los dueños, muy amables. El lugar es estupendo, pocas habitaciones, muy íntimo, seguro. Bonita decoración. Nos hicieron sentir como en casa, buen lugar para tomar fotografías. El desayuno nada del otro mundo, sólo café, pan y cereal. Ajihic es un pueblo realmente mágico que te dejará recuerdos inolvidables, sus calles, sus fachadas, tiendas, galerías, el lago. Ideal para descansar. Fuimos a una boda de ensueño. Muy lindo lugar.