Si buscas una opción barata y completa, este hotel es eso. Diría que este hotel es rústico (lo que no es de sorprenderse si visitamos un pueblo mágico en México), pues las instalaciones son algo viejas pero funcionan bien. Si buscas habitaciones grandes, este hotel no es el adecuado pues sus cuartos son exageradamente pequeños (del tipo que tienes la pared justo en los pies).
Este hotel tiene vapor y un gimnasio en sus instalaciones, y el acceso para los huéspedes es gratis. Te dan un bufet dominical en la cafetería contigua (que es ambientada retro y está muy bonita) a un precio muy barato y además es sabroso.
Algo que le aplaudo mucho al hotel es la limpieza. A pesar de ser un hotel pequeño, jamás encontré nada sucio: las sábanas, los corredores, la ducha... Las habitaciones son totalmente herméticas, por lo que no escuchas ruido de otros cuartos ni tampoco se escucha lo que pasa adentro de la habitación, eso es muy bueno.
Tienen estacionamiento gratuito para huéspedes en la calle de al lado.
Reservé por internet y tuve que cancelar una reserva, me respetaron la cancelación y no me cobraron nada. Excelente hotel.