Es una casona típica mexicana, acondicionada como hotel, lo que la hace mantener ese espíritu acogedor que uno siente en su hogar, con la maravilla de tener un servicio de primera. El hotel es de sueño, con un patio central espectacular, habitaciones amplias y con una decoración mexicana extraordinaria, y una terraza y jardín que te permiten disfrutar una relajante mañana o tarde. Es una excelente opción para conocer el hermoso centro de Patzcuaro y todos sus alrededores. Sin lugar a duda lo recomiendo y repetiría con gusto una estancia ahí.