La Posada de Yolihuani es de lo más lindo que he conocido en mis viajes por México. Los interiores y exteriores son bellísimos, hechos con mucho amor y dedicación al detalle. Ademas destaca la amabilidad de las personas que trabajen ahi, y para los dueños Eric y Vicky ese lugar que crearon con tanto amor es mucho más que una empresa turística, porque están realmente comprometidos con el lugar y su gente, y eso se nota. Quiero regresar pronto!