Los servicios malísimos. Habitación fría, pasé mucho frío, y con olor a humedad.
El primer día no había luz.
Al día siguiente no pude ni lavarme las manos pues no había ni una gota de agua.
El último día dormí con la puerta sin echar la llave, pues habían perdido la llave y el cuarto se había quedado abierto, parecía que alguien extraño se había bañado en la regadera pues estaba llena de pelos ajenos.
Para ser un hotel spa como presumen fatal, no había:
Botella de agua para beber, caja de kleenex, jabón para lavarse las manos, ya no se diga una secadora de pela. ni caja de seguridad.
La verdad fatal.
Nunca estuvo abierto el restaurante.