El hotel está muy bien ubicado, los jardines muy bonitos y cuidados. La habitación que tuvimos estaba bien, la cama muy cómoda y aunque hay detalles que faltaron, en general estaba agradable. El personal suuuuper amable y servicial, nos ayudaron en todo momento. El desayuno puntual, en el jardín y realmente muy rico. Tomamos clases de yoga incluidas y fueron perfectas. Lo único que no nos gusto fue una cena “especial” que pagamos aparte y la verdad era bastante deficiente y pobre. Agradecemos especialmente la atención de Janette quien ayudó a que nuestra estancia fuera perfecta, ella está en todo y lo hizo muy bien.