Me hospede una noche, tiene una magnífica ubicación en el centro histórico de Tlaxcala, sin ser un hotel de lujo es confortable y cuenta con estacionamiento techado.
El personal en general es amable con excepción del personal de recepción (la primera cara al cliente, pésima impresión) la Srita. Sílvia Roche es grosera, no sabe ni manejar las terminales punto de venta, que se le perdonaría si está en capacitación, pero su actitud es mala, y cero tacto ni educación con los clientes. Recomendaría cambiarla de posición y no dejar que tenga contacto con los clientes.