el pasado 3 de agosto reservamos una noche. La experiencia del hospedaje no fye nada agradable. No te ofrecen la leña (debes comprarla $25.00 cada atado) no dura se consume muy rápido. En otras cabañas como en Mazamitla o Tapalpa te la proporcionan sin costo. Las camas no las cambian entre huéspedes ya que había cabellos en una de ellas y las otras estaban arrugadas de uso previo. Como no logramos descender antes del check out te cobran el extra, lo cual está perfecto siempre y cuando te permitan terminar de asearte y cambien las camas, pues sólo las habían vuelto a tender!. No es posible que una institución de Salud tenga esas prácticas de higiene tan nulas. De verdad, NO SE VALE. Imagínate si eso hacen con las camas que sucede con el baño y los pisos? Lastima de lugar porque es lindo y adecuado para disfrutar con amigos y familia o hasta en plan de pareja.