La gerente fue muy grosera a la hora del check Out. Nos quería cobrar las sabanas porque según ella las habiamos ensuciado ¨mas de los normal¨ pesima actitud muy grosera. En fin... podría haber sido un agradable viaje pero se convirtió en una mala experiencia.

Pésimo servicio
Cuarto olía a humedad
Excelente vista al lago
Comida buena, (menos el emparedado de carnitas, suena rico pero se hace todo aguado iuk)

Cuando llegamos ni buenas tardes nos dijeron, se nos quedaron viendo con mala cara, cuando nos acercamos para checar nuestra reservación el chico de recepción nos empezó a atender de mala gana, nos explicaba murmurando y era difícil entenderle así que le pedíamos que repitiera, preguntamos si estaba abierta la piscina pero como era un día lluvioso la cerraron, así que insistimos en que en cuanto la abrieran por favor nos avisaran, cuando dejo de llover la abrieron pero la temperatura del agua no era buena y nos dijeron que no podían calentarla más. Otro inconveniente fue en el desayuno, decidimos tomarlo en la terraza e igual el mesero con trato tosco, mi novio y yo lo tomamos con gracia y comentamos que "todos en este hotel estaban de malas"

Ya nos hemos alojado en los otros dos Hoteles Rodavento en Valle, por esta razón decidimos probar Cinco pero fue una total decepción. Estamos dispuesto a pagar el precio pero a cambio de un buen servicio y buena estancia, también para nosotros es importante la arquitectura y bueno el hotel no es feo pero los otros están mucho mejor.

Ya nos había tocado días lluviosos en Avandaro y la Casona Rodavento y no nos cerraron la piscina y sí subieron la temperatura (después de todo Valle puede llegar a tener clima muy frío, además que la noche son arriba de $5000 por lo que tendrían que tener la piscina siempre abierta y a mejor temperatura) aunque lo imperdonable es el trato a los huéspedes.Nuestra visita fue planeada para descansar mas no ver malas caras así que no recomendaría este hotel para nada ni si quiera la vista vale la pena pagar pues todo lo arruina el staff.