El rancho es un lugar magnífico, ya sea para ir con amigos, familia, pareja o como ermitaño de descanso.
La atmósfera está hecha para que te sientas en un lugar campestre sin perder las comodidades de un hotel.
Está atendido por sus propietarios, quienes cuidan cada detalle de tu estancia, el menú de los alimentos (casi todo orgánico, de la huerta o productores locales) es una delicia, especialmente las cenas.
También te dan toda la información que necesitas para conocer sitios cercanos y en nuestro caso realizamos con ellos la visita al Santuario de la mariposa Monarca, con guías muy preparados y con excelente servicio.
Un lugar fantástico!