Un lugar de ensueño que frecuentamos mucho desde al ciudad de mexico para llegar a desayunar y pasar un buen rato. Ocasionalmente decido dormir aquí y hoy en este fin de semana me tocan Niñas en las habitaciones vecinas que deciden poner musica cantar y saltar de una habitacion a otra hasta la madrugada y desde temprano en la mañana. Su padres ( igual de maleducadas que ellas) consienten. El wifi sigue siendo de lo peor y en estos tiempos debiera haber mejorado. Por contra la amabilidad de los dueños y del personal es muy muy buena. Todo limpio y cuidado siempre. Ha perdido el encanto de la atención de los papás de quienes lo llevan hoy pero ha ganado en eficiencia.