La ubicación es excelente, las habitaciones están en condiciones aceptables, austeras, más características de un hotel de carretera, que de un hotel en el centro histórico, la limpieza aceptable, sin embargo hace falta que mejoren el baño, hay humedades y el grifo ya ostenta machas de sarro y óxido, así como la ducha, las camas son firmes pero confortables, la sábanas, ropa de cama y toallas deben ser renovadas ya que están muy gastadas y sin ásperas. El jabón para manos y la ducha, es muy básico (jabón chico color rosa), ambiente 100 por 100 familiar, el restaurante muy bueno, excelntw sason casera, típica comida norteña.