Todo un clásico en Parras, céntrico, instalaciones con buen mantenimiento, es un hecho que “los años no pasan en balde” y se pueden ver a simple vista así que debes de estar consciente de eso… lo mejor? su cocina… un gran sazón, porciones justas y generosas.
Excelente alternativa si buscas comodidad en esos días que quieres desconectarte del bullicio (siempre y cuando no sea Semana Santa )
Super Recomiendo este Hotel , pintoresco, bonito, muy limpio , super céntrico, la atención del personal muy amables (Jose , Dinorah , Ana y recepción, La cocina ni se diga, sobre todo desayunos. sin duda regresamos
Gracias.
El hotel se encuentra a una cuadra de la plaza principal, las habitaciones son muy confortables y bonitas, lo único malo es que se tarda un poco en salir agua caliente por el piloto automatico, y la cerradura no se ve muy segura, por lo cual no estaría de mas que la camnbien por una de mejor calidad para sentirse mas a gusto el huesped.
La Posada Santa Isabel en Parras de la Fuente, Pueblo Mágico de México, es un lugar pintoresco donde se respira un aire antiguo y su arquitectura nos transporta a un pasado romántico.
Para vivir la magia de Parras hay que sumergirse en su verdadero ambiente, el colonial, donde se respiran los aromas del pueblo norteño. La posada nos regala esta esencia. Tiene estancias y corredores con atmósfera de antaño. Los cuartos son amplios y cómodos.
En Parras se fundó la primera casa vitivinícola de América, la Casa Madero (Hacienda de San Lorenzo en 1598) la cual se puede visitar. Igual hoya otras bodegas importantes como Perote, El Vesubio y Segovia Fuantos.
En Parras se encendió la primera bombilla de luz eléctrica gracias al a vista del genio Tomas Alba Edisson y su amistad con la familia Madero.
Como decía para visitar parras hay que entrar en su contexto... La Posada Santa Isabel nos ofrece una cómoda estancia inmersos en la cultura, folclor y magia de parras de la Fuente, Coahuila.
El Hotel es amplio con buen estacionamiento y muy bien ubicado.
La habitación (junior suite) es cómoda con dos habitaciones independientes, pero solo con calefacción en ambas y al salir a la sala y al baño el cambio de temperatura es muy brusco pues en esa área no hay calefacción.
En el restaurante la experiencia fue mixta, cuando fuimos atendidos por una muy atenta señorita todo fue muy bien, pero en una de las noches, a pesar de que el horario es hasta las 10:00 pm llegamos a la 9:30 y el mesero nos negó el servicio, y solo después de haberme puesto exigente, logramos que naos atendiera, trajo chocolate apenas tibio y la cuenta, en clara referencia de tengo prisa y ya váyanse.
Seguramente hay mejores hoteles, pero en términos generales, este resulta bueno a secas.
