Las habitaciones han sido mejoradas y los jardines son admirables.
En el restaurante, en la noche del domingo 10 de julio, no aceptaran pago con tarjetas bancarias, solamente en efectivo.
A mi juicio lo que debería ser mejorado, es la tranquilidad que merecemos los que pagamos una tarifa, nada barata y por la que esperamos poder descansar a cualquier hora del día y sobre todo de la noche.
La 1a. noche algunos huéspedes de las habitaciones cercanas hablaban y hasta gritaban, sin consideración alguna para los otros huéspedes en los cuartos circunvecinos.
La 2a. noche, que fue el lunes 11 de julio, dos personas, supuestamente de los organizadores de un evento que hubo en los jardines el día sábado 9 de julio, tuvo a bien recoger entre las 23 y las 24 horas parte del mobiliario metálico que depositaban aventándolos en la cabina de una camioneta blanca que estacionaron exactamente enfrente de la puerta de la habitación 388.
Naturalmente también hablaban y gritaban sin el menor recato o consideración para los que estábamos hospedados en las habitaciones contiguas.
Se solicitó a la recepción que les llamaran la atención a los que ocasionaban esos fuertes ruidos, pero de nada sirvió.
Otros jóvenes adolescente estuvieron gritando en los jardines también hasta la media noche.
Considero que el hotel tiene que responsabilizarse para que los huéspedes no quedemos con un sabor desagradable por la falta de consideración y de educación del los que allí se hospedan o realizan algún trabajo