Reservamos en este hotel porque nos encantan los lugares pequeños e íntimos y ¡no nos decepcionó! El lugar entero es una belleza. Nuestra idea inicial era reservar una habitación con cama tamaño king, pero todo el hotel estaba ocupado, por lo que nos ofrecieron una suite con dos camas. Al principio no nos gustó mucho la idea, pero al llegar a la habitación nos fascinó. Tenía un balcón en el que se alcanzaba a ver el mar. El cuarto estaba precioso. No se necesitan llaves para entrar a las habitaciones. El concepto es "total confianza". Además, al llegar nos recibieron con total cortesía. El servicio es inmejorable. Lalo, Guillermo, Manuel y Gustavo siempre estuvieron al pendiente de nuestras necesidades. La mayoría de los huéspedes son extranjeros, pero eso no importó porque nos trataron de forma muy familiar. Si bien al principio podría parecer que los mexicanos no encajamos en este concepto, la verdad es que pasamos unos días de descanso excelentes. Si deciden elegir este hotel, lo más recomendable es llevar coche y un mapa, aunque llamamos al hotel para pedir direcciones y no hubo mayor problema. El concepto del hotel es "todo incluido", y verdaderamente ofrecen comida y bebidas de calidad. Recomendamos el hotel en todas sus dimensiones.