Nefasta experiencia en las reservas de los restaurantes....una vez reservas y te diriges al restaurante (en este caso fue el japonés) con el resto de personas, te dicen que no tienen reserva y te piden el papel de la reserva (no nos dieron nada). Llaman al encargado y prometen meternos tras esperar sobre 1 hora, a lo que accedemos. Durante ese tiempo esperamos en los sillones y observamos como cuchicheaban entre ellos y se reían. Tras más de una hora y media de espera, nos fuimos aburridos, que es lo que ellos querían. Lo consiguieron como nos dijeron desde el minuto primero al decirnos que nos fuésemos a otro restaurante.
Añadir que mientras les explicábamos la situación, su postura chulesca y sin ganas de dar una solución solo enfrentamiento y no dar soluciones.
Muy decepcionado tanto con esa situación como con varias situaciones donde solo parece que interesa la propina del cliente americano.
Muy mala calidad en la comida, todo a granel sin calidad y que decir de la bebida....la cerveza está aguada al igual que los refrescos. No merece la pena este hotel, solo hay que ver la foto de la comida que pongo.