Cuando las conocí me quedé sin palabras... Las villas son hermosas y con un detallado diseño, amplias para familias o bien con amigos (sin hacer des&#%dre) tienen vista al mar con una terraza linda. La alberca y los jardines le dan el toque único al lugar. Hay seguridad y un restaurante nada caro y muy rico en la planta alta, cuenta con room service; camastros con sombrilla. La zona para ver a las tortugas está a 10-15 minutos caminando (la playa que está al frente la considero virgen todavía). Julio (recepción) y las señoritas y joven del restaurante muy amables.