Mi esposo y yo nos hospedamos en el Oasis hace unos días, creo que es un lugar muy bello pero no para todos...es decir, hubo cosas muy buenas y muy malas sobre ir a Yelapa.
Llegamos a través de la panga la cual tomamos en Playa de los Muertos. En primer lugar desde los horarios que nos dieron en el hotel estaban mal ya que llegamos un domingo y el único horario en el que la panga salía era 11:30 am siendo la hora que el hotel nos mencionaba no salía ese día. Afortunadamente nosotros planeamos nuestra llegada para salir en la panga de las 10:30 y no más tarde, así que pudimos tomar la de las 11:30 am El encargado, quien nos vendió los boletos, llamado Octavio nos mencionó que pasaría por nosotros el martes a las 3:30 pm, y la panga fue llegando 4:30 pm, los señores de la panga dijeron que los horarios eran esos que nos informaron mal y que a veces salían hasta las 5 pm, por este motivo perdimos el autobús de regreso. No sólo nosotros estábamos enojados sino varios pasajeros pues algunos perdieron su avión. Esto fue lo más molesto pues perdimos dinero y tiempo. Así que les recomiendo que compren boletos de regreso con horas de diferencia por si suceden imprevistos.
El hotel es muy hermoso, sus jardines cuidados y la laguna da un toque de paz y tranquilidad. Nos alojamos en la cabaña no. 5 la cual podría estar más limpia, hay muchas telarañas.
Menciono que es para los amantes del ecoturismo porque para llegar a la playa hay que cruzar el río y si está profundo hay que rodear mucho y caminar. La parte más difícil para quien no está acostumbrado es la noche en el hotel, la lámpara estaba llena "literal" de moscos, hormigas, zancudos, etc Difícil poner algo sobre la mesa si no te gustan los insectos...
Dormir en Yelapa es una experiencia increíble dependiendo del punto de vista de cada persona, para mi esposo fue una noche de sufrimiento e interminable pues además de los insectos, se escuchan cientos de ranas croar, aves de todo tipo incluyendo carpinteros, caballos que están libres y parecen estar a tu lado, animales acuáticos que juegan en el agua, personas que cruzan el río, etc etc Para mi que gusto de la naturaleza y la aventura fue todo un deleite y una sinfonía de la naturaleza...
El restaurante estaba cerrado por la temporada, casi todo está cerrado. La comida que probé era algo cara y no muy buena más que en el Jardín de Angelina que nos recomendaron en el hotel.
La playa es agradable y el lugar es paradisiaco por el hecho de estar rodeado de montañas y selva. Es también muy agradable para quien gusta de conocer diferentes culturas y formas de vida.
No te quedes a dormir si buscas lujo y no aventura...