Pasamos un fin de semana por nuestro aniversario, agradeciendo haya sido éste año y no 10 años después cuando nos sería imposible por las condiciones para llegar y moverse dentro del hotel. Llegar fue toda una aventura, primero la lancha de 30 minutos y después subir el monte bastantes escalones hasta la recepción (con una muy agradable bienvenida) y después hasta nuestra pequeña cabaña hasta arriba.
Los espacios, la comodidad, las vistas, el ambiente, la naturaleza (mucha variedad de vegetación y fauna) son excelentes, el trato por parte del staff muy agradable, la comida excelente!
Volveríamos con gusto!