Está bien ubicado, muy cerca (10 minutos andando) del parque Pioneer (muy famoso por su escultura de ganado de bronce). Al lado de la tienda Neiman Marcus.
El edificio es emblemático. Un clásico.
Los problemas:
- los elevadores/ascensores son eternos, habiendo 5 siempre tienes que esperar una eternidad.
- NO HAY CAJA DE SEGURIDAD en las habitaciones, por lo menos en la mía no.
- las camas son queen, no king y nunca pudimos reservar una king, de modo que o no hay, o ya no había más (el hotel no estaba lleno).
- las camas son de resortes, muy blandas e incómodas, necesitan nuevas.
- el aire acondicionado hacia demasiado ruido. Era difícil dormir cuando sonaba.
El personal fue amable. El hotel no es feo, muy Art Deco. Quizás una reformada no estaría mal.
No creo que vuelva por lo de la caja de seguridad y las camas.