Estancia de 4 noches. Habitación triple, una parte con cama de matrimonio y otra con cama individual, pequeña pero con todo lo necesario, armarios pequeños y muy bien aprovechados, con estanterías, y zonas para colgar, el dormitorio de la cama pequeña también tenia estantes,al igual que el baño.
Nuestro único pero es para el restaurante. Teníamos media pensión, la cena, menú: un entrante, un segundo a elegir entre dos y un postre, creo q que debería haber por lo menos dos opciones a elegir en el entrante y en el postre. Si alguna cosa no te gusta estas perdido.
La cena… bueno.. así así. Lo peor, el servicio, no puedo entender lo lentos que eran al ser menú, tardaban una eternidad en traer los platos, al igual que el postre, y eso que no había que elegir.
El desayuno, estaba bastante bien, pero no había nadie, solo para tomarte el numero de habitación al entrar, luego si necesitabas algo había que esperar a que apareciera alguien. Y no te recogían ni un plato. Para mí ha sido lo peor, el servicio en la cena y en el desayuno.
Guarda esquís: estaba bien, tenía calienta botas y sitio de sobra para poder sentarte.
Puedes salir y llegar al hotel esquiando.