El hotel está ubicado a pie de pista, unas vistas preciosas con balcón y un gran detalle el de poner chocolate caliente cuando llegas de un cansado día de esquí. El hamman y la sauna completan un día de deporte magnifico.
El personal muy majo, y las habitaciones están muy bien. No tengo comentarios malos para este lugar escondidito en medio de la nada.
Muchas gracias!