La primera vez que me hospedé en este hotel quedé encantada, limpio, tranquilo, buena atención y bueno en relación calidad precio. Esta vez decidimos ir con mi pareja nuevamente para desconectarnos del mundo laboral y poder pasar un fin de semana tranquilos. Llegamos como a las 2 pm hicimos una siesta que fue interrumpida por un ruidasal que venía de los pasillos y del área de la cafetería. Fuimos a preguntar a recepción y nos dijeron que habían alquilado el espacio para un evento de talleres de salsa, bachata y otros ritmos y que así estaría al menos hasta las 9 de la noche. No podíamos creer que los dueños o administradores hubieran convertido el hotel en una especie de hotel cantina u hotel/pista de baile. Después intenté meterme a la piscina y solo mojé los pies porque el agua estaba turbia y sin las bombas prendidas. A pesar de que nos pidieron disculpas y el personal fue atento, no compensó la mala tarde y parte de la noche que pasamos. Al final logramos que a las 9 pm le bajaran un poco el sonido.
Ojalá mejoren este importante aspecto porque sino es posible que los clientes no regresen. Es una lástima porque el hotel es lindo y el desayuno está muy bien.
Con mis atentos saludos,