Todo bien, desde el primer momento que llegamos, todo fue sobre ruedas.
Todo el personal muy atento y servicial y qué decir de los dueños Lidia y Ramón que se prestaron en todo momento a solucionar cualquier duda que tuviéramos.
Las habitaciones grandes y cómodas con todo tipo de detalles. Una piscina que invita a darse un chapuzón y todo el entorno interior decorado con un gusto exquisito .....resumiendo nuestra experiencia, difícilmente mejorable.