El hotel y las instalaciones están muy bien, una maravilla. Una pena el trato que nos dieron a mí y a mis amigas nada más llegar.
Íbamos de despedida de soltera, y nos querían prohibir la entrada únicamente por la ropa que llevábamos (una camiseta cortita rosa, unos pantalones vaqueros y una felpa de sirena).
Literalmente nos invitaron a que nos fuéramos de allí. Ya que "no estaba permitido" celebrar ningún tipo de evento.
Nosotras, de una manera muy amable, le dijimos que lo entendíamos y le explicamos que no íbamos armar jaleo, que sólo queríamos el hotel para dormir.
A duras penas, tras un largo rato y tras darle la tarde a la novia, conseguimos quedarnos allí.
Por lo demás todo estupendo, ¡hasta los huéspedes del hotel se quisieron sacar fotos con nosotras y nos decían que íbamos guapísimas!