Desde el momento en que llegamos estábamos impresionados con el servicio y el personal de Punta Islita. Siempre eran serviciales y excedieron nuestras expectativas.
El complejo era bastante relajante y limpio. Todas las actividades que elegimos, desde la cena en la playa hasta las clases de surf, fueron excelentes. Hasta tuvimos un guía sólo para nosotros en nuestro paseo en kayak. Una luna de miel inolvidable. Sin duda regresaremos.