Por razones de trabajo me alojé en este hotel durante dos semanas en diciembre de 2019. Escogí una habitación superior por la que algunas noches cobraron hasta 1800 USD. Con estos precios y en un hotel de cinco estrellas de la cadena Four Seasons, los niveles de exigencia deben ser los más altos. Pues bien, he de decir que quedé muy defraudado.
Hay cuestiones discutibles y de falta de tacto, como que el desayuno no esté incluido o que cobren la wifi de alta velocidad por separado (30 USD por día).
Hay cuestiones que pueden ser disculpables en hoteles de menor categoría y precio, pero que defraudan a alguien exigente, cuando se aloja durante 15 días ininterrumpidos en un hotel de lujo. Por ejemplo (y contrariamente a lo que sucedió en el Four Seasons Sao Paulo, donde me alojé en octubre): nadie del hotel se dirigió una sola vez a mí por mi nombre; a pesar de que los camareros del desayuno eran siempre los mismos, nadie se acordaba de cómo tomo el café; y en el servicio de noche jamás pusieron alfombrilla a los pies de la cama o un pequeño dulce.
Y, por si eso no fuera suficiente, hay cuestiones totalmente inaceptables. La primera, que uno de los días la habitación estaba sin hacer cuando regresé a ella a las 17h. Cuando me quejé me preguntaron si no había dejado encendida la luz de no molestar, cosa que no pasó. Y buena prueba de ello es que, si hubiera pasado, en un hotel bueno habrían introducido la típica tarjeta por debajo de la puerta indicando que avisase al servicio de habitaciones cuando saliese. Otro día pedí que me hicieran el servicio nocturno de habitación cuando salí y a mi vuelta no estaba hecho.
La segunda fue que mi mujer cambió de vuelo cuando venía y avisé de ello al hotel para que cambiasen también el transfer desde el aeropuerto que tenía contratado. El conserje me dijo que estaba hecho y, al día siguiente quise comprobarlo, vistas las deficiencias del servicio. Afortunadamente lo hice, porque no constaba el cambio en el sistema informático. Tuve que pedir que lo hicieran de nuevo y que me enviasen un email de confirmación.
La tercera, el pésimo servicio de lavandería: una vez me trajeron la ropa de otro señor, otra no encontraban la mía y una tercera no recogieron la bolsa de ropa por la mañana y tuve que esperar un día más a que estuviese limpia. En ningún momento reemplazaban las bolsas ni los formularios de lavandería cuando recogían la ropa, siempre tenía que pedirlos yo.
La cuarta, que los dulces de la habitación estaban pegados al motor de la nevera y estaban completamente fundidos.
La quinta, que un día el personal de limpieza se dejó la bolsa con los restos de la papelera en el cuarto de baño, junto con su "buscapersonas".
La sexta, que el conserje no cumplió en varias ocasiones con las reservas de restaurantes que le pedí, ni me informó de ello.
La séptima, que cuando me quejé por el cobro de la wifi de alta velocidad, al entender que estaba incluida en la categoría de habitación que había reservado, a pesar de que yo estaba en un error, me dijeron que aceptaban no cobrármela, cosa que les agradecí. Mi sorpresa fue que, a mi vuelta a casa, me habían cobrado todas las noches como cargo adicional.
En fin, una pésima relación calidad precio, impropia de un hotel de la categoría Four Seasons. Eso sí, la piscina cubierta es estupenda.