En el corazón del distrito. Yo no soy muy fan de el barrio, y me parece un tanto complicado para comunicarse con el resto de Manhattan. Pero indudablemente es uno de los lugares de moda de NYC. Hotel de ese tipo que la cadena W inició. Música a todas horas. Arquitectura diferente e interesante. El lobby es raro pero agradable (el techo de cristal es la piscina del hotel, y puedes ver gente nadando...). Muy popular, gente a todas horas. Más música. Habitaciones minimalistas y un tanto frías, con espacios reducidos. Personal muy amable. Es sin duda el epicentro de la acción nocturna del barrio. Su antro en el Rooftop es muy popular y dizque exclusivo, aunque no me pareció nada del otro mundo. En general, hotel, comida y antro, son caros. Tiene un pequeño restaurante mexicano, que sirve buenos desayuno.
VAle la pena para ir un par de noches, nunca para negocios...

El servicio es bueno. Las habitaciones son confortables, y para ser NY el tamaño de la habitación es razonable.
La cama es extra cómoda.
Destaco el concierge, siempre al servicio del huesped.
Si bien el desayuo no está incluido, el bar de abajo es muy bueno (increibles eggs benedict, aunque el precio promedio por persona es USD 30)
Si vas con amigos es imperdible ir a PHD por la noche.

Si bien es un gran hotel en cuanto a estilo e instalaciones tienen serios problemas con el servicio en el bar de la piscina. Con la comida ningun problema. Esta llego rapido y bien lograda. Solo pedimos unos tacos y unos nachos para compartir. El problema estuvo en los tragos ya que la chica que nos atendia demoro a lo menos media hora en tomar el pedido, demorandose otros 20 minutos en traerlos a la mesa y estos no lograban el estandar que un hotel como este debe tener!!! Deben si o si mejorar ya que cuando uno anda de visita en la ciudad no puede perder tiempo en una espera como esta.