Excelente opción para alojarse en Nueva York, con una ubicación inmejorable, a un paso de la quinta avenida, del Empire State y del Edificio Flatiron.
Las habitaciones no muy grandes pero suficiente para tratarse de esta ciudad, con muy buena limpieza (reposición diaria de amenities) aunque sin vistas.
Para desayunar esta genial ya que dispone de una cafeteria en el interior del hotel, el desayuno estaba incluido 1 zumo natural, 1 café y 1 bollería. Poco pero muy buena calidad.
Tiene bar restaurante muy agradable con buena cocina italiana.
Lo mejor, el staff del hotel, muy atentos y amables, solucionaron todos nuestros problemas de manera rapida y eficaz, algo de agradecer cuando estas de vacaciones. Además estábamos de celebración y nos enviaron 1 botella de champagne como detalle a la habitación.
Botellín de agua gratuito en recepción, tanto al salir a pasar el día como al llegar del paseo.