Precioso hotel: el edificio y el lobby de entrada, maravillosos; la habitación superior, muy agradable; el trato del personal, inmejorable. La situación es privilegiada, a 8 pasos (literal) de la 5ª Avenida, al lado del edificio Flatiron y Madison Square Park, y muy cerca del Empire State. En los alrededores, muchos restaurantes y zona muy segura. No ofrecen desayuno, pero dentro del mismo lobby, hay un café encantador donde puedes desayunar dulce o salado. En el lobby de entrada, ”dan ganas de quedarse a vivir”, pq es extremadamente agradable. Sí a esto le unes, el trato del personal de Recepción (todos, sin excepción, aunque menciono a Dinet, que habla español y es encantadora), todo suma un 10, porque no se puede valorar más alto.