Regrese a New York después de tiempo , y encontré este oasis, en medio de la ciudad. Es un lugar tranquilo , hermosamente decorado. y aunque parezca un pequeño detalle, huele maravillosamente. la habitación muy cómoda, y el desayuno bastante bueno. El personal Andre ,Arielle y un señor que se encargaba de las maletas, todos fueron muy simpáticos y atendieron cada pregunta que tuvimos con mucha amabilidad.
La ubicación inmejorable, definitivamente , un lugar para regresar.