En primer lugar antes de incidir con la crítica en sí mismo me gustaría señalar que a horas no puntas el trato fue distinto y mejor. Ahora bien a las 23horas cuando fuimos en familia los camareros se portaron y nos averiguaron un sitio de momento, íbamos con 4 carritos de bebés y 7 persobas. Pero donde radica mi crítica es que se le ve a leguas que cuando el servicio está a tope como fue en esa hora la calidad de los platos descendieron exponencialmente a lo ofrecido en el mismo lugar un día antes a otra hora, en especial la parrillada la cual denostaba un desdén y un "sacar el plato como fuera" bastante latente, con una base de pescado resecado y unos mejillones al vapor de cuestionable calidad.
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