Hemos estado en el puente del Pilar dos familias con nuestros hijos y perros. La casa es preciosa y equipada de lujo. El menaje de cocina increíble, cualquier cosa que hiciera falta ahí estaba. El jardín de cuento, los perros han disfrutado muchísimo y el porche de el jardín super acogedor y con comodidades que no esperábamos. Muchas gracias a Teresa y a Roberto unos anfitriones buenísimos, la fabada espectacular y los pimientos de padrón que nos dieron de su propio huerto también. No solemos repetir casas rurales.... pero esta vez será difícil no hacerlo, nos volveremos a ver seguro. La única peguita que le pondría a la casa es el acceso al garaje... esta demasiado empinado y en cuesta... por lo demás un 10!!
Ahhh y los vecinos super amables nos regalaron nueces bueniiisimas!!!

Nos hemos alojado 4 días en la casa de Roberto y Teresa, un grupo de 6 adultos y 5 niños. La casa es espectacular, tiene todos los detalles necesarios y más, un jardín muy cuidado y la tranquilidad está garantizada. Los dueños son muy hospitalarios y nos obsequiaron con la mejor fabada que he probado en mi vida. Una experiencia insuperable que seguro repetiremos próximamente

Estuvimos alojados la última semana de agosto. La casa es inmensa, superlimpia y no le falta detalle y del jardín que decir..., una preciosidad. La ubicación es muy buena, a un paso de la playa y con unos vecinos que son muy buena gente.
Los dueños, Roberto y Teresa,son encantadores. ¡cómo estaban las fabes y los postres que nos prepararon! De lujo. Llevamos 12 años haciendo turismo rural es Asturias y puedo asegurar que encontré el sitio perfecto.Ojalá pueda volver.

Hemos pasado unos días estupendos en familia en esta casa tan bonita. Es ideal para descansar en el jardín, en el patio o en su porche, en donde podíamos comer las 7 personas, con vistas al jardín, lleno de detalles de buen gusto.
El entorno invita a pasear, por ejemplo, hasta el monasterio de Valdedios, o utilizando las 2 bicis que hay, llegar hasta Villaviciosa. A la casa no le falta de nada, a destacar la cocina perfectamente equipada y el baño grande, que es casi como una habitación. Buenos dormitorios y muy acogedor el espacio abuhardillado, lleno de libros y películas.
En definitiva, un lugar al que nos gustaría volver. Mención especial para Teresa y Roberto, los propietarios, tan amables y tan amantes de su tierra asturiana. Riquísima la fabada con la que nos obsequiaron. ¡ Qué rápido pasaron estos días !