Llegamos al lugar, y decidimos comer ahí ya que tienen servicio de restaurante, ademas que decidimos que después de comer realizaríamos la caminata que ofrecen y así conocer la reserva natural que tienen ahí; sin embargo no es recomendable comer ahí ya que hay una gran cantidad de moscas por todo el restaurante, es súper incomodo, porque son tantas que no puedes comer bien por estar al pendiente de tu comida para que no se paren ahí las moscas, por parte del restaurante te ponen 2 velas (al principio creí que era para crear un ambiente romántico jajaja) pero las velas no solucionan el problema, ya que cuando las moscas vuelan sobre la vela, se queman las alas, entonces después ya tienes una mesa con moscas moribundas y otras tratando de llegar a tu comida, por otro lado la comida que yo pedí no es buena ( Kaq Ik) la carne de pavo era muy dura, las opciones en el menú son pocas, las habitaciones no son muy buenas tampoco, la caminata por el sendero es lo mejor.

Asistimos con mi pareja y nos llevamos un mal sabor de boca, gracias al servicio y la incompetencia de la recepcionista. No brindó de manera adecuada la información, pasamos más de una hora esperando a que nos atendiera, porque estaban resolviendo problemas con otros clientes y visitantes. Es una lástima, ya que el lugar es muy recomendado y realmente fueron muchas las personas inconformes. Ni quisimos comer ahí porque era varias las quejas que presenciamos respecto al tiempo que tardaban en atender.