He ido varias veces, invitado por trabajo, siempre en invierno y sera por eso, porque es invierno, que parece que estas en algún tipo de retiro espiritual. Esta alejado de la zona urbana y si no dispones de coche no es posible salir de allí.
El hotel esta bien, es bonito, pero claro, para otra estación que no sea invierno, las habitaciones son abovedadas y muy grandes y la calefacción, súper ruidosa, no acaba de calentar, y el baño, que tiene una claraboya, es como si te duchases dentro de una nevera.
Si voy en verano, ya lo contare.