Tal vez sea el mejor hotel de la isla de Penang, pero es que en Penang lo mejor es regular lo bueno es malo, y lo malo es horroroso.
Para ser un Sangri-la, el hotel presenta bastantes deficiencias. La primera es el precio, no se corresponde la calidad al precio que se paga. EL hotel por otra parte es antiguo y le hace falta una buena renovación. Hay dos alas, la primera comprende las habitaciones standar, y la segunda las del Club Horizon; para acceder a estas últimas hay que pagar una cantidad nada razonable en relación a lo que éste decepcionante hotel ofrece.
La habitación standar es muy normalita, muebles viejos, cama ligeramenete confortable, mini-bar justito,una caja fuerte algo complicada, baño práctico con ducha separada de la bañera, aunque sin bidé, y tv de plasma, si bien para lo que hay que ver, pues la mayoría de canales son nacionales y ofrecen unas películas que comparativamente hacen merecedores de un Óscar a Esteso u Ozores.
Por otro lado, cada dos por tres, el personal de servicio entra en la habitación , si estás te molestan e interrogan con preguntas sobre tu país de procedencia, y si no estás te colocan el aire acondicionado, y cuando llegas parece que estés en Groenlandia.
El hotel cuenta con un restaurante tipo buffet, que presenta una gran variedad de comida, de buena calidad, por lo que se adivina que los cocineros son competentes. Ahora bien, entre los camareros que atienden la sala, hay quienes te sirven con eficiencia y otros que pululan como almas en pena, limitándose a servir el agua o a ponerte una mesa con olvido de los cubiertos.
El hotel cuenta con otro restaurante a la carta, de muy buena calidad, y bastante mejor servido, siendo merecedor de destacar el bar que hay en la entrada, en el que un especialista sirve unos fantásticos cocktails.
La piscina es otro de los alicientes del hotel, aunque resulta bastante molesto tanto que se llene de niños que juegan con pistolas de agua como que se bañen en ella mujeres musulmanas absolutamente cubiertas, lo cual puede ser muy conforme con el Corán pero batante contrario a las más elementales normas higiénicas.
De todas formas, si uno pretende bañarse, no le queda más remedio que la piscina, pues la playa está infestada de medusas durante todo el año, y aquí está la gran mentira de esta isla cuya playa solo sirve para pasear o retratar, estando desaprovechada por el peligro que supone sumergirse en sus aguas.
Si buscan playa, vayan al Caribe, quedénse en Benidorm o acérquense a la Malvarrosa, pero nunca nunca recorran medio mundo para aterrizar en esta decepcionante isla sin interés.