Este hotel en Oaxaca es de lo mejor de la ciudad!, la zona donde se encuentra es muy tranquila y bonita, NADA que ver con el centro de la ciudad (ruidoso y lleno de gente).
Las habitaciones amplias y cómodas, los jardines bonitos y la alberca a gusto aunque un poco chica. Los alimentos del restaurante de primera al igual que las bebidas. Quizá un poco caro algunos alimentos y bebidas.

Genial para los amantes de la tranquilidad y la naturaleza, aprecio mucho el hecho de que el hotel cuente con áreas verdes, me encanta su restaurant, es pequeño y ambientado en los 50's y un área del neoclásico, me gustó en general, aunque a mi parecer deben de poner más cuidado en el sazón, es bueno, pero nada fuera de lo normal.

El hotel es de tipo rústico, si es recomendable, tiene buena ubicación.

Estuvimos unos días y nos encantó. Limpio, ordenadito, el jardín una belleza y la decoración haciéndole sentido al nombre... Nos hubiese encantado regresar al mismo lugar luego de nuestro viaje a Puerto Escondido, pero estaba full... Por algo será...
La comida muy rica y aún tengo en mi nariz y paladar el aroma y sabor de la crema de flores de calabaza.