Fuimos 2 parejas a tomar unas copas. Recomendamos la Piña colada, está más sabrosa que el daikiri de frutas. El local tiene muchísimo encanto, para cenar los platos tiene un gran aspecto y tamaño, pero finalmente no acabamos cenando ahí, ya que por precio nos recomendaron otro lugar, pero el sitio hay que reconocer que es expectacular. A propósito había música en directo y un gran ambiente.

El lugar es super lindo y con muy buena atención pero hay platos que les falta sabor como el chupe y la sopa de mariscos.

La comida deliciosa y el personal muy amable. El árbol otorga al restaurante un ambiente único y original. Se pasa un muy buen rato en familia.

Es un sitio muy bonito pero los precios son altos, las pizzas son normales como una congelada del supermercado, nada del otro mundo!

Sorprende el sitio, ya que tiene un gigantesco arbol dentro del bar , bueno creo el bar fue costruido alrededor de el gigantesco arbol, bonito lugar para comer o tomar algo, pintoresco.