el mejor restaurante de toda santa elena, lo pasamos muy bien, lo pasamos de maravilla de toda nuestra estadía en este restaurante no hace falta que vengas a santa elena si no pasas por Soda Bonanza, el ambiente es increíble, el personal es Perfecto con el Chef Marcos que es una persona maravillosa y Sophia que te hará brillar de placer con su sonrisa. nuevamente agradecemos a estas personas por su hospitalidad y amabilidad. la comida es tan buena y saludable que nos llevamos un poco para la casa = ')

20/20

Un amigo de Paris 🕺🕺🕺

No os dejéis llevar por el aspecto exterior, si queréis una verdadera experiencia local y comida sabrosa tenéis que entrar. El ceviche es delicioso y los platos de carne también. La atención es familiar (literalmente es una familia que te sirve). Después de comer en tantos sitios “tourist focused” un poco de autenticidad nos encantó!

lugar muy auténtico en el que destaca el buen ambiente que crean sus trabajadores. Marcos es una persona excelente. Buena comida. Más que recomendable.

Fuimos a cenar a esta soda porque estaba muy cerca de nuestro hotel y hacia muy mal tiempo y la verdad es que fue un gran acierto.
Esteban fue nuestro camarero y nos trató con esa alegría y simpatía característica de los ticos. Nos recomendó las especialidades de la casa y elegimos un ceviche que estaba muy bueno y el pollo en salsa de maracuyá que también estaba muy bueno. Además, las raciones son grandes, así que fue una cena excelente. Ademas, los batidos de frutas vienen con “bonus track”. Además, nos invitaron a un chupito de aguardiente local!!

Fuimos ayer a comer, buscando algo típico y genuino de Costa Rica (no es tan fácil con tantos turistas que somos!) para comer y encontramos este sitio, una típica Soda. El dueño/camarero es un crack, nos recibió con amabilidad, muy divertido, nos explicó rápidamente los 5 platos que tenían. Elegimos solomillo con salsa de setas (brutal), pescado y ceviche (muy bueno). Además de eso dos cervezas y al
final nos invitaron a un chupito y nos dieron caramelos por habernos comido todo. La cuenta final fueron 32$.
Más que la comida, lo que nos encantó fue el ambiente familiar y la pura vida del lugar