Desde el momento en que llegas, recibes la calidez y el servicio de todos los que trabajan en el hotel. Eso sí aunque la carretera está en perfecto estado ,tienes que andar por un camino empedrado pero nada difícil o complicado . Cualquier vehículo puede llegar sin problema. Yo llegué en un Suzuki Swift sedan. El hotel tiene tiene cabañas separadas y muy cómodas. Lógicamente es un lugar de mucha paz y las cabañas o bungalows tienen todas las comodidades excepto TV. Así que si necesitan entretenimiento visual lleven laptop o algo similar.
Tienen un bosque enorme con diferentes entradas y la más grande que se llama Pizote trail dura como una hora en recorrerse, dependiendo del paso, ofreciendo un espectáculo a la vista con monos aulladores, guatuzas, Pizotes, y una variedad de colibríes y aves estacionarias y migratorias. Tuvimos la suerte de ver volando un Campana que hace un sonido territorial maravilloso.
El hotel tiene dos tours obligatorios que se deben realizar. El Night tour con guía que los lleva en un recorrido mágico por el bosque en la noche. Y el Canopy tour que es una experiencia fascinante para todas las edades. Se hace varias líneas de Canopy donde hay dos de aproximadamente 500 metros cada una. Un árbol hueco donde entras y subes, rappel y el Tarzán jump. Háganlo no se van a arrepentir.
La Comida es excelente y exquisita y los precios excelentes, tanto para nacionales como extranjeros.
Las medidas sanitarias muy bien definidas en estos tiempos de Pandemia.
Y no puedo dejar de mencionar a su gerente Wilberth Parajeles, un ser humano maravilloso y entregado a sus huéspedes. Mi agradecimiento por toda su ayuda.
Visiten este maravilloso lugar!