La racion de rabas, si a eso se puede llamar calamar, desmerece totalmente al retaurante. Son anillas con textura de plastico y solo se aprecia el rebozado. La ensalada de ventresca escasa y seca. Precio excesivo para su calidad.
Por no hablar del timo de 70 euros por la parrillada de pescado para 2 personas. Escasa en cuanto a cantidad, simple en la variedad y por supuesto no acorde al precio.
En resumen como para no repetir.
Solo se salva la calidad del vino blanco de la zona con uva de godello.
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