Soy alérgica a la LTP, marisco, frutos secos...lo tengo difícil para comer en una marisquería pero con interés y consideración comí estupendamente. Nos atendió Ángela, encantadora y con conocimiento de los protocolos para personas con alergia. Mi entrada fue pulpo a la gallega, sin pimentón y con patatas hervidas muy bien y de plato principal pedí bacalao que me hicieron en una sartén para evitar la contaminación, estaba muy rico. Mi marido comió zamburiñas exquisitas, rabas y foie con reducción de oporto. Todo muy rico, servicio rápido y muy atento. El restaurante muy bien acondicionado y con viveros de marisco para elegir al gusto. De postre tomó leche frita también exquisita y enhorabuena tenían leche sin lactosa para un buen café con leche como punto final.
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