Es muy fuerte, que tengan a trabajadores trabajando con COVID, los obligan a ir sin importarles la vida de los empleados y de los clientes que los visitan a diario, es un rumor a voces!!! Tener cuidado con este sitio,

Sorprendido por el nivel culinario, mucho más de lo esperado, esto más que recomendado. Lo malo el ambiente, ruido importante que estropeo el nivel de los platos. Económico.

Me parece un sitio,donde regresar y poder probar toda la carta, .le doy toda la puntuación por que me parece que la calidad del producto el trato de el personal es la correcta pero por arriba, el local me parece tranquilo y da varias opciones desde tomar algo en la espera de mesa hasta tomarte una copa después de comer o de cenar e incluso '' una sisha'', volveré seguro y además recomendaré.

Llego, varios carteles en la barra me piden que no me quedé allí. Me siento en una mesa. Una sola camarera para todo el local, aunque me consta que había otra, pero nadie se preocupa por mi en más de 20 minutos...

Me acerco a la barra y nada, ella ocupada y ateniéndo sobre la marcha a los que le pedían cafés a gritos, pero a mí ni caso.

La camarera por ahí con la mascarilla bajada y, además, a la hora de pagar no tenían cambio de 20 euros... me fui sin tomar el café, aún a pesar de estar ya servido.

No volveré, qué necesidad...

Sencillamente delicioso, platos de vanguardia y deliciosos.

A destacar los saquitos de bogavante y la famosa burrata con trufa.

Lo mejor de todo el personal y Andrés.

Volveremos cómo siempre