Lo mejor del hotel es el menú del restaurante, los tacos de bistecs y el desayuno veracruzano muy ricos. La atención del personal todos muy amables principalmente los del restaurante. Las habitaciones pueden mejorar, les falta un poco de mantenimiento, sin embargo algunas de ellas tienen una hermosa vista hacia los Atlantes.
Las personas que trabajan ahí fueron muy amables, creo que el precio de la habitación fue alto para lo que ofrece el hotel; tiene amplio estacionamiento pero lo más importante es que la habitación tenía mucho polvo y la TV no funcionaba bien.
El hotel por fuera luce muchísimo mejor que por dentro, el baño es lo que mas deja que desear en la habitación, muy descuidado el hotel que lastima bien atendido podría dar un giro total, en recepción no funciono la terminal para pagar con tarjeta, en general es un hotel al cual llegar si es que no hay otras opciones en Tula.
El baño asqueroso, la cancelería sucia, en el techo, casi se cae el yeso, las toallas ni que decir parecían el trapeador, no se sabía de que color eran si negras, blancas, grices, y la que pusieron para las manos partida por la mitad con semejante agujero, las sábanas manchadas no sé si de sangre o de otra cosa, por un lado de las camas papeles sucios, ho nay bote de basura mas que en el baño y además esta muy feo, pero al menos ahí hay uno, la ventana que da a la calle super dura para abrir o cerrar ya está muy vieja, señal de internet pésima. no volveré a hospedarme ahí, además huele horrible
Solo una persona atendiendo en recepción, la espera fue tediosa, no pudieron hacer el cobro por tarjeta, pues su conexión no funcionaba y por consecuencia no había servicio de internet, la habitación, al recibir se veía limpia, pero al mover el Buró central para buscar el contacto, había papeles de baño sucios, y las sabanas de la cama de mis hijos con manchas amarillas por mal lavado, solo porque ya era muy tarde y ellos estaban muy cansados no me retire del lugar, pero no regresaría de nuevo y tampoco lo recomendaría.
