Es un lugar donde, por lo que pude ver, se aloja gente que viene a relajarse y distenderse de la rutina. Es atendido por su dueño, es atento (algo colgado nada más). Cuenta con un deck en el patio delantero que es hermoso para desayunar. Las piletas que prometen son chicas y el agua estaba sucia. Los cuartos limpios y ordenados. El precio acorde a los precios de la zona (habitación para 4 pers una noche u$s90).
Es muy lindo, pero no volvería, ya que la puerta de mi habitación no cerraba y no me convenció lo colgado del dueño de casa.
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