Con una espectacular vista hacia la pequeña bahía de Mazunte, este hotel tiene en su ubicación una de sus grandes fortalezas, ya que es sumamente tranquilo al establecerse en la parte alta del pueblo. Aunque su acceso a pie no es el mas cómo del mundo, vale la pena el recorrido, ya que cuenta con habitaciones tipo bungalows con balconcillos propios, aisladas unas de otras, lo que le da una privacidad exquisita. Las habitaciones, aunque austeras, no son por ello, menos cómodas. La falta de TV hace que sean aún mas acogedoras e ideales para la relajación. En fin, para viajar en pareja, a solas o con amigos es muy, muy recomendable (idealmente no con niños). El hotel cuenta con restaurante (no es particularmente bueno), alberca y estacionamiento; y se encuentra a unos metros del sendero que lleva a Punta Cometa, mientras que por las habitaciones tiene un acceso algo solitario a la playa.