Se nota el cariño en los detalles: las hamacas, los atrapasueños, las sillas pintadas a mano, los adornitos en los cuartos, el garrafón de agua, las plantas, las flores, los perros y los gatos. Martín (el hombre), Irene (la mujer), Victor (el perro) y Lechuga (el gato) son grandísimos anfitriones. Dijo alguien alguna vez que "cuando entras a ese lugar pierdes el sentido de la privacidad y lo sustituyes por el de lo íntimo."; no podría estar más de acuerdo.Más
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